Recientemente podemos percibir que el amor por las agendas ha ido en incremento, pero ¿conoces de los beneficios cognitivos que ocurren cuando la usas? ¡Veamos un poco! Según Howard Gardner (psicólogo), poseemos inteligencias múltiples y de ahí parte la manera en que aprendemos del mundo que nos rodea y, por ende, ejecutamos a diario. Al usar una agenda como herramienta de ejecución, fomentamos la aplicación de dichas inteligencias. Varios beneficios son:
Baja niveles de ansiedad y/o tensión – al planificar evitas malos ratos ya que, al escribir tus quehaceres o compromisos, puedes revisar una y otra vez y cumples con todo.
Ayuda a tener mejor noción del tiempo y a reconocer tus límites.
Libera tensión mental – Al anotar la mayoría de tus tareas, piensas claramente y te enfocas en lo que tienes que hacer y lo que realmente es importante.
Aprendes a ser consistente y perseverante al intentarlo de nuevo.
Dejas fluir el ser creativo que llevas dentro y tu imaginación florece.
Transformas tus emociones en fuente de creación al inspirar tu planificación en ellas.
Planificar y decorar en tu agenda sirve como terapia, ya que es un momento para ti.
Escribir es una llave perfecta para abrir ese complejo mundo interior del que todos disponemos (James Pennebaker, psicólogo y profesor).
Es liberador mantener tus listas o tareas a ejecutar en un lugar que te haga sentir realizado/a y que tengas las riendas de tu vida donde deben estar.
Anotar tus metas e ideas en la agenda son una manera flexible y personalizada ya que solo tú tienes el control de manejar tus ideas a la cabalidad que quieres.
¡Así que no te pongas límites al planificar! Lo importante es confiar en el proceso. ¡Voy a ti!
*Las imágenes fueron provistas por Tall & Sassy by Angie M.