Nos divorciamos… ¿y los niños?
Cuando una pareja toma la decisión por la razón que sea de separarse, la gran mayoría de veces piensan y procuran su propio bienestar, pero muy poco hacen en relación a qué sucederá emocional y psicológicamente con sus hijos, independiente de la edad que estos tengan.
Por ello es bueno si estamos en este proceso, tomar en cuenta lo que algunas investigaciones dicen al respecto, acerca de las situaciones que se deben de manejar con los hijos, al momento del proceso de divorcio o separación:
Explicarles en palabras simples que realmente hay una separación de sus padres, y que la reconciliación como tal, es poco o nada probable, esto con el fin de que no alimenten la fantasía de estar todos juntos bajo el mismo techo nuevamente, y enfatizar que esto no impedirá que sigan frecuentándose con quien se retira de la casa, o si harán un cambio de domicilio la distancia no será impedimento para continuar la relación parental.
Organizar una nueva rutina de vida, los niños al no comprender muy bien lo que representa una separación, pueden fácilmente estresarse, y dejar de hacer cosas que antes hacían pues piensan que quizás esas actividades son las culpables de la separación de sus padres, y en casos extremos puede haber una depresión o ansiedad infantil, por lo que se le recomienda al padre que se quedara con la custodia de los menores que organice algo diferente para comprender de mejor manera los cambios que pueden generarse a partir de la separación.
Mantener la imagen positiva de los padres, ante los menores, tomen en cuenta que el problema es entre adultos, y si fuese en caso extremo de violencia o abuso destruir la imagen no mejorará la situación, sino que empeorara la salud mental del menor, y lo más recomendable es recibir asistencia psicológica para sanar estas situaciones y no desarrollar más adelante, trastornos de personalidad o algún otro tipo de problema psicológico.
Hacer el duelo de la separación con ayuda profesional, es muy recomendable que puedan pasar por el proceso psicoterapéutico, como familia pues siempre hay secuelas emocionales a veces poco visibles, pero si no se tratan a tiempo pueden afectar durante toda la vida, no solo a los menores sino también a los padres, pues convivirán de una manera diferente a partir de esta decisión.
Tomemos en cuenta que esta clase de sucesos independiente de las razones que lo motiven siempre van a marcarnos para toda la vida, pero vale la pena tomar en cuenta algunas de las sugerencias que recomiendan los expertos, pues estamos evitando a largo plazo complicaciones de todo tipo pues si la salud mental se ve afectada, todo en nosotros empieza a funcionar mal, así que por amor a ti misma, si estás en este proceso, no descuides esta parte tan importante para re-establecerte y seguir adelante lo mejor posible.
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